lunes, 15 de diciembre de 2008

Ejemplo gráfico de la palabra "Owned"

Un poco de cultura "internetera" (toma palabro).

Owned: La suelen utilizar los yanquis y en español viene a significar pillada. Este anglicismo se ha extendido en ciertos sectores de la red y es una palabra bastante común. Cuando te hacen un owned, significa que te dejan pillado o en mal lugar. Aquí dos ejemplos bien claros, que me explico como el culo:


lunes, 1 de diciembre de 2008

¿Y en la cama?

Desde que tengo uso de razón, siempre me ha venido la misma pregunta cuando conozco a alguien o una persona con la que me cruzo me llama la atención: ¿Cómo será en la cama? La mayoría de las veces, no implica que tenga que ser conmigo, si no con otras personas. Estos días esa pregunta me posee mientras estoy trabajando, que es el momento del día en el que más gente veo. Ahora, parece que he dado un paso más. Ya no sólo me pregunto si serán capaces de satisfacerme sexualmente, ahora las preguntas van más hacia el lado de la otra persona.
¿Cuál será su postura favorita? ¿Cuál es su mayor miedo en la cama? ¿Está satisfecha/o con sus relaciones actuales? ¿Que piensa mientras lo hace? ¿A qué huele?

Unas veces vienen a mi mente imágenes a lo romántico, en plan cuerpos perfectos y esculturales retozando en la cama. Con el sonido que producen los cuerpos al rozarse con las sábanas, el de los besos que llenan la habitación entera y el del jadeo tímido y placentero que hace estremecer al otro.
Otras es algo más brutal, con golpes y azotes de por medio y con gritos, muchos gritos.

A veces quiero ser protagonista de primera mano en esas escenas. Otras quiero ser tan sólo un espectador más, junto con el mobiliario, que pasa desapercibido para la pareja. Y las nuevas que han surgido, ser algo así como el director de orquesta, que le dice a cada uno cuando entrar y marcar su compás.

¿Alguien más con estos pensamientos?

PD: Premio para el que consiga resistirse a soltar el comentario lógico que dará esta entrada :P
PD2: Esto no me suele pasar con personas cercanas a mi. Parece como si algún tipo de barrera les protegiera.

jueves, 30 de octubre de 2008

A la deriva

Imagínate, 133 días a la deriva en medio de ninguna parte en una balsa como ésta. ¿Quieres conocer la historia? Sigue leyendo.

Día 0. El hundimiento.

Poon Lim nació en 1917 en la isla de Hainan, al sur de China. Con 25 años y en plena Segunda Guerra Mundial decide trabajar como marinero a destajo en los fastuosos buques mercantes británicos. En noviembre de 1942 se enrola en la tripulación del SS Ben Lomond, un vapor de 6.600 toneladas, como segundo mayordomo en ruta desde Ciudad del Cabo a la Guayana Holandesa. Debido a las condiciones meteorológicas el barco se desvió de su itinerario llamando la atención del comandante alemán Carl Emmermann, oficial en jefe del Submarino alemán U(boot)-172.

A las 14,10 horas del 23 de Noviembre de 1942, y como ‘acción preventiva’, el mercante Benl omond capitaneado por John Maul fue torpedeado y hundido por el U-172 a unas 750 millas al este del río Amazonas, en Brasil. El poder destructor del batiscafo alemán fue tal, que 44 marineros, 8 tripulantes y el mismísimo capitán perecieron pasto del infierno provocado por la calculada injerencia bélica.

Poom Lim se encontraba descansando en uno de los camarotes de servicio en la cubierta superior, justo al lado opuesto al masivo boquete producido por el torpedo. La caprichosa gravedad y el destino que le hizo protagonista de esta historia fueron los culpables de someter al marinero a las crueles leyes de la casualidad; el tiempo justo de agarrar un salvavidas y lanzarse al mar por el último reducto del barco por encima de la linea de flotación. La banda sonora de la huida alternaba los chillidos y chirridos de la estructura metálica y de sus compañeros.

Cuando las frías aguas alcanzaron las hirvientes calderas del mercante el colapso térmico provocó una gran explosión que terminó por hundir el buque. La única obsesión de Poon era nadar centrífugamente para evitar la succión del barco en su deceso. En su huida Poon vio por última vez a los únicos 5 compañeros que lograron abordar uno de los botes salvavidas al otro lado del navío.

Los 5 marineros fueron interceptados por el submarino y hechos prisioneros a la espera de su rescate por otro navío de apoyo. Mientras Poon, exhausto y alejado de las turbulencias y posibilidades de rescate permanecía aferrado a un salvavidas semiinconsciente por el esfuerzo… al cabo de unas horas, y con la calma y el contraluz crepuscular, Poon divisó a unos cientos de metros una de las cochambrosas balsas de apoyo del Ben Lomond. Un último esfuerzo que le salvó la vida y le quitó la consciencia le llevó hasta la superficie de la que sería su casa en los próximos 132 días.


Día 1. La Intendencia.

Con las primeras luces y calores del alba Poon recuperó la consciencia y despertó a la pesadilla de la realidad. Su balsa, una destartalada embarcación de 3×3 metros a base de listones de madera sobre bidones, contenía un pequeño kit diseñado para la supervivencia de cuatro personas durante un par de jornadas. Bajo una trampilla de la balsa encontró:

-Ocho latas de pequeñas galletas británicas

-Un barril de agua de 30 litros

-Dos tabletas de chocolate

-Algunos terrones de azúcar

-Unas pocas bengalas, dos cuencos de aluminio y una linterna.

No había señales de velas ni remos, lo que provocó la constante deriva de la nave. Poon calculó que las provisiones eran suficientes para unos 20 días, con lo que su ánimo y esperanza de rescate eran bastante optimistas.

Semana 2. La soledad y el avión

Poon Lim pasaba días y noches tratando de encontrar cualquier signo de vida. Un buque o una aeronave que le rescatase, pero sus esfuerzos resultaron vanos e inútiles. Una noche, un avión surcó el cielo destacándose en el firmamento estrellado. Poon Lim disparó una de las bengalas y un punto luminoso quebró la oscuridad del mar, pero luego cayó y se desvaneció. Ningún cambio de trayectoria en el avión. Una vez más, solo en la oscuridad de la noche, Poon apoyó su cara en el tablero de madera y se durmió.

Semana 4. Un regalo del viento

Un atardecer, después de sus rutinarios ejercicios nadando entre tiburones alrededor de la balsa para no perder la forma, Poon Lim se sentó a meditar en la barca buscando un recuerdo salvador en el horizonte. Su mirada, perdida, regresó a su pasado, su infancia, su familia, sus cuadros, sus lienzos

…su pensamiento se confundió con la realidad al divisar un lienzo volar a unos veinte escasos metros del barco. Se trataba de una tela de construcción naval. Probablemente, debería ser del buque que se hundió. Sin parpadear, Lim se lanzó al agua y nadó lo más rápido posible para ‘cazar’ la arpillera.

Poon Lim utilizó la tela para improvisar una pequeña tienda de campaña en la balsa y así protegerse del sol que le estaba desgarrando la piel. Pero la suerte fue aún mayor al descubrir atada en uno de los extremos del lienzo, una larga cuerda de cáñamo que utilizó para encadenarse a la balsa los días de tormenta y evitar su pérdida en las innumerables caídas.

Semana 6. El ingenio del hambre

Con el fin de las provisiones se acentuó la perspicacia. A partir de la séptima semana Poon comenzó a desarrollar el instinto más arcaico del hombre; aquél que le lleva a perpetuarse por encima de cualquier costumbrismo y doctrina.

Desmontó la linterna, inservible y ya gastada, para forjar un anzuelo con una de sus piezas metálicas. Durante dos días estuvo conformándolo con los dientes y su zapato-martillo hasta dar con la forma adecuada. La cuerda de cáñamo hizo de sedal y la última galleta la reservó como cebo para la primera captura: Una pequeña sardina que sirvió de cebo, a su vez, a mayores capturas. Con las tapas de los botes de galletas improvisó afilados cuchillos con los que destripar el pescado y despegar algunos de los pequeños moluscos y lapas que se adherían a la balsa y funcionaban mejor como cebo.

Las capturas no eran constantes y dependían de las corrientes y los bancos de peces. Una tarde la balsa se adentró en un inmenso banco de pescado que provocó que Poon llenase literalmente la barca de capturas que sirvieron para los días de más carencias.

Puso a secar el pescado una vez limpio, separando tripas, vísceras y sangre que almacenaba en las esquinas de la balsa. Tal fue el cúmulo de capturas y vísceras que empezó a tener un problema de olor y putrefacción impidiendo, incluso, su correcta oxigenación. Cometió entonces uno de los pocos errores de su travesía cuando, al deshacerse de las vísceras y sangre, provocó la llegada de una legión de tiburones que estuvieron rondando durante varios días, espantando cualquier atisbo de pesca y provocando la mayor crisis de hambruna de la peripecia.

Semana 8. David vs Goliat

Los tiburones no se marchaban y Poon no tenia modo alguno de seguir pescando. El hambre le condujo a la única opción que le restaba: tenía que cazar un tiburón.

Para ello volvió a fabricar un nuevo anzuelo, más grande y resistente, con uno de los clavos que unían los listones de madera a su estructura. Con su zapato-martillo y la garrafa moldeó la vasta aguja que anudó, de nuevo, a su cáñamo ( el cual trenzó para aumentar su grosor y resistencia ). La última cabeza de pescado le sirvió como cebo muerto para engañar a su ‘Goliat’.


Tiburón Blanco. Foto national geographic

Nada más depositar el cebo, el tiburón elegido (de más de un metro) mordió y agitó la carnada, Poon sabía que su única opción era subir de un tirón seco al escualo para rematarlo a puñetazos en su ‘medio’. A los 10 minutos tenia las tripas del tiburón enlatadas, las aletas a secar y como refresco había preparado la sangre del hígado.

Semana 12. La locura de la sed

Tras el consumo de la garrafa inicial del agua. Poon automatizó la colecta del agua procedente de las lluvias y tormentas utilizando el doble forro de su chaqueta con un peso y practicando un agujero para reconducir al interior de la garrafa. Hasta la 10 semana el ritmo de lluvias debido a la estación había sido suficiente pero después de una gran tormenta que acabó con todas las provisiones sólidas y líquidas y con media balsa se inició una sequía que desencadenó la deshidratación de Poon.

Derrotado por la tormenta, observó como los albatros y gaviotas merodeaban la zona alertados por la podredumbre en cubierta. Poon recopiló todo tipo de algas y plantas marinas del fondo de la balsa y las amontonó a modo de nido de pájaro para atraer a las gaviotas mientras esperaba agazapado y tapado con los restos del lienzo.

Cuando un albatros realizó su picada al nido con restos de pescado, Poon se abalanzó sobre el animal y a dentellazos le sesgó cuello y vida para chupar su sangre y zampar sus carnes. Unos días más tarde la lluvia regresó y Poon recuperó su cuota de agua dulce.

Semana 14. Un Barco a 50 metros

Durante una mañana de su 15ª semana en el Atlántico, Poon fue despertado por un fuerte silbato marino. Creyó haber concluido su pesadilla tras divisar un inmenso carguero americano aproximarse hasta apenas 50 metros de su balsa. Según comentó posteriormente Poon, alguien se percató de su condición de chino justo antes de maniobrar y perderse de nuevo en el horizonte.

Unos días antes Poon habia sufrido la visita de un escuadrón aéreo norteamericano, que le divisó e incluso lanzó una boya-marcador desde el aire. Una tormenta paralizó el posible rescaté y dispersó la patrulla aérea.

Día 130. El principio del fin

Poon Lim contaba los días con muescas en uno de los lados de la balsa, y las noches con cruces. Posteriormente utilizó pequeños trozos de cuerda para computar el calendario lunar. Sobre el día 130, notó que el agua era de color más verde pálido que de costumbre. Multitud de pájaros volaban entorno a su embarcación y gran cantidad de algas flotaban en superficie. Todos estos son signos alentaron su esperanza de una costa cercana.


Poon Lim a la llegada a Belém tres días después de abandonar la balsa

Día 133. El rescate

En la mañana del día 133, el 5 de Abril de 1943, vio una pequeña vela en el horizonte. No tenía bengalas, por lo que saludó agitando su camiseta en un esfuerzo por atraer la atención de la tripulación. La embarcación cambió de dirección y se dirigió a él.

Los tres hombres del pequeño barco pesquero, que hablaban portugués, lo llevaron a bordo. Le dieron el agua y un gran plato de fríjoles secos y continuaron sus labores de pesca, pues no podían regresar a tierra sin captura. Tres jornadas más tarde pusieron rumbo al oeste de Belem, en la desembocadura del río Amazonas de Brasil. Poon había recorrido 1200 kilómetros.

Los Honores

Poon Lim fue capaz de caminar sin problema recién rescatado. Su pérdida de peso durante la deriva fue de 10 kilogramos y pasó varias semanas recuperándose en un hospital de Brasil antes de viajar a Nueva York.

Recibió numerosos honores. El rey Jorge VI le otorgó personalmente la Medalla del Imperio Británico, el premio civil más alto. La Marina Británica editó folletos impresos y los colocó en todas las balsas salvavidas de sus naves describiendo las técnicas de supervivencia experimentadas por Poon Lim. Mientras, la “Ben Line Shipping Company”, compañía armadora del barco hundido, le obsequió con un reloj de oro.


Poon Lim el día de su Condecoración

Después de la guerra decidió emigrar a Los EE.UU pero la cuota de ciudadanos chinos estaba completa. Sólo la mediación del senador Warren Magnuson mediante un proyecto de ley, que fue aprobado por el Senado de los EE.UU. y la Cámara de Representantes, sirvió para emitir un visado de inmigración a Poon Lim y permitirle su residencia permanente en los EE.UU. Se Instaló en Nueva York con hijos y nietos y murió, septuagenario, en Brooklyn el 4 de Enero de 1991. Lim entró en el Libro Guinness de los Récords como el hombre que más tiempo ha pasado flotando en alta mar.

En los 80 la escritora Ruthanne Lum McCunn noveló al pie de la letra las aventuras de Poon Lim en el exitoso libro “Sole Survivor”

Visto en el blog de Xoalde y sacado de aquí

martes, 21 de octubre de 2008

Vergüenza ajena


Cualquiera que me conozca, sabe que el tema de la política y tonterías varías nunca lo toco porque estoy más que pez. Me parece un invento más para que unos cuantos discutan mientras otros tantos se llenen los bolsillos y se aprovechen de todo, como la prensa del corazón. Sin embargo, hoy he escuchado algo que me ha dejado de piedra por dos motivos. El primero la falta de respeto que tiene el contenido y que exista un mínima posibilidad de que lo hayan emitido en antena (aún no se a ciencia cierta si esto ha sido recibido por nuestros transmisores de radio). El segundo, que haya despertado en mi un malestar que me hace sentir incómodo por ver que cosas de estas pasen y tengan que influir por cojones en mi vida.

En fin, que aquí os dejo la perlita. Hace falta altavoces para deleitaros los oídos.

Audio

jueves, 9 de octubre de 2008

Non Stop!!

5:30 de la mañana, empieza otro día. Apago el despertador del móvil y me cobijo del frío en la cama. "Un ratito más", es el primer pensamiento que ronda por mi cabeza.

6 de la mañana, el radio despertador me pone un resumen del último "¡Anda ya!". A regañadientes me consigo levantar, asear y vestir. Hoy quería entrar una hora antes para que me cundiera más el día pero parece ser que me he dormido. El día promete ser igual de agotador que estos últimos.


6:20 de la mañana, empieza una nueva jornada laboral. Que alegría ver que el trabajo no falta, otra vez montones de cartas de distintos bancos para separar y clasificar. Cartas que luego habrá que colocar y sacar a repartir. Menos mal que la radio y mis compañeros hacen pasar esta tarea algo más amena.

9:45 de la mañana, hoy da para dos carros y una bolsa. Como puedo los meto en el coche, ya salgo tarde. Es hora de molestar a los vecinos para que me dejen entrar en sus portales y darles su correspondencia. ¿Colaborarán o pondrán miles de quejas y lloros que no me incumben?


2:00 de la tarde, reparto terminado, vuelta a la nave donde me encuentro con más cajas de cartas y de paquetes para separar y clasificar. Ya están aquí las facturas de los móviles, perfecto, hoy saldré una hora más tarde. Dejaré las devoluciones para mañana, acumulando así las de tres días.

4:00 de la tarde, cartas tiradas, el número no desciende. Mañana tendré que venir una hora antes para que me de tiempo a colocar y salir a repartir a una hora decente. Vuelvo a casa para comer mientras veo el capítulo de alguna serie, sin duda el mejor momento del día.


5:15 de la tarde, después de disfrutar estos minutos de relax me preparo para ir a clase de japonés. Ya me estoy desoxidando, así que voy más ligero a ellas y me entero mejor de todo.

7:00 de la tarde, con un "arigatou gozaimasu, mata asatte" nos despedimos de la profesora y nos quedamos un rato comentando la clase afuera. Decido quedarme hasta que salgan los temas cíclicos.


7:40 de la tarde, vuelvo a casa y cambio una carpeta por otra. Salgo ahora a hacer el cursillo de Photoshop que empieza en veinte minutos. La verdad, no se para que me he apuntado si ya controlo el programa. Pensé que aprendería algo nuevo pero vamos más lentos de lo que me esperaba, me aburro como una ostra y lucho por no quedarme dormido. Menos mal que es gratuito.

9:30 de la noche, descanso. Nos vamos al bar a tomar algo. Dos "sin", una Coca-Cola y para mi un botellín, la ronda de siempre. Hoy me toca pagar a mi. Escuchando las batallitas de mis compañeros se me pasa el tiempo volando y es hora de volver al cursillo.


11:15 de la noche, fin de la clase, apagamos los ordenadores y nos vamos para casa. Mañana nos volveremos a ver y estamos cansados, así que las despedidas no duran mucho. Menos mal que he traído algo de abrigo, hoy sopla un viento gélido.

11:30 de la noche, hoy ceno perritos que han vuelto a comprar cebolla frita. Mientras los voy haciendo, miro en Vandal las noticias del día. Con el Tokyo Game Show cerca la cosa está muy interesante. Dando el último bocado al último perrito me siento más cómodamente para leerlo todo con calma.


12:15 de la noche, me duele el cuello, me he vuelto a quedar dormido en la SILLA. Últimamente se está convirtiendo en una costumbre. Quito las cosas de la cama con los ojos casi cerrados mientras el ordenador se está apagando. Dentro de las sábanas hace frío pero mi calor corporal consigue que el confortable espacio se caliente enseguida. Mientras lo hace, yo ya estoy dormido.

5:30 de la mañana, empieza otro día..

lunes, 29 de septiembre de 2008

Resumen Pulp Fiction [Fucked version]

En resumidas cuentas: ¡Fucking movie, fuck!


sábado, 27 de septiembre de 2008

Buen viaje Paul



83 años ha tenido este hombre para disfrutar de su vida. Una vida dedicada a entretenernos a través del celuloide. Su mirada profunda descansa ahora arrastrado por esa enfermedad que ha terminado con él.
Con este acontecimiento seguramente se haga más hincapie a su persona y relancen mil y una obras suya. Momento que aprovecharé para ver unas cuantas películas suyas.

Amigo Paul, que tengas buen viaje. Ya nos veremos.

miércoles, 24 de septiembre de 2008

De la higiene y las mañanas

Y es que no hay mejor forma de dar los buenos días que con un agradable aroma sobaquero. Con este interesante tema, inauguro mi pequeño rincón de quejas hacia el mundo en general y mi ámbito en particular. Os presento el primer caso:

LA HIGIENE MATUTINA

Eso, eso, que te enseñen bien desde pequeño.



Sí amiguitos. La higiene matutina no se basa sólo en lavarse la cara para quitarse las legañas y mojarse el pelo para poder peinarse. También tenemos que incluir el lavado axilar y bucal, que uno acumula muchos olores cuando descansa en su cómodo hogar.

Y algunos diréis (o no): "Yo es que me ducho antes de acostarme". Muy bien, apoyo esa iniciativa. Si por la mañana te levantas tan sobao que no te da tiempo de quitarte las telarañas en los sobacos porque la hora la tenemos pegada al culo, es buena idea darse una relajante ducha para terminar un duro día e irse a dormir como un bebé. PERO, si seguís por ese camino y acordaros de cambiaros de ropa al día siguiente. Me da igual que sea un uniforme y tengáis mil camisetas/polos/jerseises iguales cual dibujo animado (mi caso). Aunque sean iguales unas a otras, la usada huele. La empresa os debe dar la muda suficiente para no ir con el resultado de vuestro esfuerzo en el trabajo al aire.

Cada vez que no te lavas, Dios mata a un hurón como éste.



En mi trabajo se empieza a currar a las 7 de la mañana y hay algún individuo que nos deleita con su aroma de macho a esas horas, ¡nada mas comenzar el día! Bieeeeen...
¿Que ocurre en los transportes públicos por la mañana? Que parece vengan todos de una gran maratón de lo más dura. ¿Que ocurre? Entiendo que por el cúmulo de gente, la temperatura suba, de hecho, yo empiezo a sudar enseguida pero tengo la suerte de no soltar enseguida mi testosterona olorosa (o eso creo). Soy bastante maniático con el olor que desprendo y en cuanto noto uno que no me gusta, enseguida intento ponerle remedio (loco que está uno, oye).
Pero volvamos con el individuo, ejem, individuos que antes comentaba y el origen de esta entrada. Ese aroma no es de estar 15 minutos en un autobús. Ahí huele a crianza. Ese olor es el que se ha quedado impregnado el día anterior en la camiseta que, si lo juntamos con la posible ausencia de la conveniente higiene, crea una bomba olorosa que ni la guarrada más grande de Ren & Stimpy. En fin, que tampoco quería señalar con el dedo.

Esquema de como funciona esto de los olores sobacales.



Muchos diréis: "Pues chico, deja de quejarte en tu blog y coméntale su problema, que igual no se entera". Y no os quito razón alguna pero, ¿cuántos de vosotros, fieles lectores, le habéis dicho a alguien a la cara que apesta? ¿Merece la pena sacarle los colores a alguien con el que no se tiene mucho trato para que no huelas su sudor durante escasos minutos al cabo del día? Pues no lo se, yo creo que no. Creo que es algo que debería hacer alguien con más confianza, más cercano a él. Buscaré víctimas.

Sin más, queridos lectores, me despido hasta otro posible encuentro de alguna queja estúpida que tenga sobre el mundo. Aunque no me voy sin antes recordaros que: El Axe no vale sólo para ligar. Úsalo y el mundo no femenino también lo agradecerá, aunque no de forma tan placentera.

lunes, 11 de agosto de 2008

Tarde perdida, tarde inútil

Toda la mañana trabajando con desgana. Desde que te levantas a las 6 estás distribuyendo mentalmente la tarde en tareas pendientes y otras posibilidades. Recorres la ciudad empujando un pesado carro lleno de cartas mientras el sol te hace sudar ante el más mínimo movimiento. Hoy han sido unas cuantas veces las que te has parado para refrescarte con la botella de agua hecha hielo que traes de casa. "Sinceramente, no hay ganas de estar perdiendo el tiempo trabajando. Me gustaría gastarlo en muchas otras cosas más gratificantes", piensas más de una vez. Buscas distracción haciendo un par de llamadas y enviando unos pocos mensajes, pero el alivio es corto e insuficiente.

Respiras hondo y te inyectas un poco de energía para terminar unos cuantos portales del tirón sin detenerte, acompañado de la pieza musical que tanto te gusta. Esto funciona, el carro pesa menos y por fin has cogido un ritmo aceptable para terminar pronto. Entre taco y taco de cartas, mientras das ligeros sorbos al agua helada, sigues planificando la tarde. "Terminar de timear un capítulo para el fansub, repasar algo del idioma que tanto me gusta, seguir con la traducción de aquella hoja que me encargaron..."Piensas que hoy no quedarás con los amigos, quieres sacar adelante unas cuantas cosas que tienes a medias y así te las quitas de encima.

Se acabó el carro y sólo queda un certificado. Miras el reloj: "Mierda, las 2. Otro día tarde." De vuelta a la oficina, vas algo rápido con el coche. Las ventanas bajadas, la música medio alta... El violento aire que entra por la ventana con prisas choca contigo, es una sensación agradable. En la oficina, las pocas ganas de trabajar aumentan sin control. Vuelve el ataque de los bostezos interminables. En cuanto es la hora de salir, no pierdes el tiempo. Sólo quieres llegar a casa, ducharte, comer y hacer todo lo que llevas planificando durante la mañana.

El hambre te obliga a hacer el primer cambio: "Me ducho más tarde, voy a comer mientras veo algo." Terminada la comida, miras las nuevas noticias y empiezas a perder la noción del tiempo. El foro, los blogs, más noticias, actualizas el post oficial con los nuevos datos del juego que sigues. "Ya basta"- empiezas a pensara para ti,- "no te enrolles y ponte con lo que llevas todo el día planeando" Un nuevo post te llama la atención, recuerdas que tenías que mirar aquello en Amazon... Cuando te quieres dar cuenta, ya son las 10 de la noche y por la ventana no queda ni un solo rayo de sol.

Cuando te das cuenta de que llevas toda la tarde sentado frente al ordenador sin haber hecho nada, vas a la ducha a ver si así el mosqueo se te pasa. Una vez refrescado, con la mente algo más despejada, te repites mil y una vez que no volverá a pasar, aunque sabes que habrá más tardes perdidas como ésta. Sin remedio, vuelves a la silla y te dispones a contar tu gran día con la esperanza de que, si alguien lo lee, le sirva para prevenirle de estos días inútiles que sólo consigue lamentar el derroche de tiempo irrecuperable.

jueves, 19 de junio de 2008

¿El nuevo anuncio de Master Card? No tiene precio

Me encanta, mejor dicho, ME ENCANTA este anuncio. Algo tiene el maldito que casi me hace ir corriendo a verlo al salón cada vez que lo escucho desde mi cuarto.



El spot en cuestión se llama "Genios". Es un homenaje en toda regla a genios españoles como Gaudí, Cervantes, Picasso y Lorca. En él vemos como un chaval relaciona todo lo que ve con sus obras: La Sagrada Familia, Don Quijote y un retrato de Picasso. ¿Dónde está Lorca? La canción que se escucha se llama "Nana de Sevilla", cantada por La Argentinita mientras al piano la acompaña el mismísimo Federico García Lorca:



A mi estas cosas me hipnotizan, en fin.

jueves, 5 de junio de 2008

¡Que buen invento la cebolla frita!

Y es que llevo cenando ya dos noches lo mismo: PERRITOS CALIENTES. Pero no unos perritos normales. Los míos tienen dos salchichas, mostaza, ketchup, mayonesa y... ¡cebolla frita!

Mmmmmmmm.......

Siempre los he probado así en los centros comerciales o en algún bar pero hace poco compramos una bolsa llena de este ingrediente. De tres en tres que caen los jodíos. Aunque ahora ya toca volver a comprar pan de perrito, que he acabado con las reservas.

Aunque la cebolla no sólo acompaña a los perritos. Si os gustan las ensaladas con un sabor algo más fuerte, os recomiendo que echéis un poco para ver si os gusta.

sábado, 10 de mayo de 2008

Aquellos días de lluvia


No ha parado de llover en todo el día en mi ciudad. Lleva así desde el jueves. Hacía años que no veía algo parecido y me ha traído muchos recuerdos de cuando era niño. Una de las cosas que más me gustaba de los días de lluvia era llegar a casa, calado hasta los huesos, pegarme una buena ducha con agua caliente y ponerme cómodo en casa. La mirada perdida a través de la ventana o terraza mientras caen los chuzos es algo ya obligatorio ante semejante fenómeno. Una vez saciado de ver caer el agua, me gustaba disfrutar de mis hobbies mientras oía mojarse la calle.

Que tiempos en los que volvía del colegio un viernes y andaba más despacio a propósito para empaparme bien. Si tenía algo de dinero, me gustaba pasarme por el videoclub que quedaba en el camino y alquilarme algún juego de NES que seguramente no podré comprar. Probotector, Adventure Island, Joe & Mac, Mc Kids... Estos juegos los he disfrutado en días como hoy.

Una vez elegido, el juego es guardado con mimo en la mochila, junto a los libros de texto. Mi andar ahora es más rápido debido a las ganas de probar el alquiler. Llego a casa, saludo y voy a mi cuarto. Las cosas hay que hacerlas con calma, así que primero la ducha, el pijama, un buen bocata y a encender la consola con la nueva adquisición temporal dentro.

Aquí en Alcalá llueve agua pero mientras, en mi cuarto, estoy en alguna selva futurista esquivando otra lluvia compuesta por pequeños píxeles blancos haciendo las veces de balas. En la calle el cielo es gris, pero en mi cuarto cobra colores chillones mientras voy cogiendo cajas con las que acabar con mis enemigos. La lluvia aprieta y detengo mi partida, es la hora de ir a la terraza y ver el espectáculo meteorológico. Los charcos que se forman en el asfalto son asediados por ruedas de coches que pasan a gran velocidad y les obligan a dividirse. Gente al descubierto corriendo para cobijarse y otros tantos con paraguas ocupando esas pequeñas zonas donde guarecerse que tan poca falta les hace. Veo a los vecinos de edificios colindantes observando el mismo espectáculo, respirando ese aire humedecido y relajándose con el sonido.

La voz de mi madre me recuerda que tengo la televisión encendida y vuelvo a mi mundo digital, la pelea contra ese tiranosaurio gigante a base mazas y bumeranes promete ser reñida.

Hoy he tenido una situación parecida. En lugar de volver del colegio, vuelvo de trabajar. Esta vez no ha hecho falta andar más despacio para mojarme, el ser cartero le permite a uno disfrutar del tiempo que haga en ese momento. He llegado a casa, aparcado el carro y me dispongo a darme una buena ducha de agua caliente. El videoclub donde alquilaba los juegos ya no existe, ahora es una tienda de ropa. Es igual, no me puedo quejar en cuanto a adquisiciones consoleras, ya no me hace falta. Aunque he de reconocer que alquilaría un juego sólo para recordar viejas sensaciones. Ya no llueve como antes, aunque no ha cesado, lo hace con mucha menos intensidad. El espectáculo que se ve a través de la terraza no tiene nada que ver con el de antaño. En seguida me metí dentro de la casa, calenté la comida y, sólo como homenaje a aquellos días, volví a conectar mi vieja NES con el pijama puesto. Lástima haber prestado el Super Mario Bros. 3, me hubiese venido de perlas. Vaya, parece que empieza a llover con más fuerza...

miércoles, 19 de marzo de 2008

El viaje de mi otro yo


Me acabo de dar cuenta de que una parte de mi "ha visto" más mundo que yo. No sólo eso, "ha visto" la parte del mundo que más ganas tengo de ver. Aunque para ser más correctos/concretos, una pequeña parte del mundo me ha visto a mi.
Resulta que, hace un año, nuestro profesor de japonés nos propuso a unos pocos participar en la grabación de unos vídeos destinados a enseñar español a los japoneses. Sí, esos típicos vídeos horribles, con actores de risa y una forma de hablar anti-natural. Hace escasos días, a los componentes de ese acto nos ha llegado una ejemplar de la obra. Nunca imaginé que mi cara saldría en un libro de texto con el que ayudaría a varias personas estudiar un idioma. Creo que me siento orgulloso, ya que no conozco a muchas personas donde sus nombres aparezcan serigrafiados en un DVD. Además de la ilusión que me hacía haber trabajado en ésto y ver ahora el resultado.
Ayer, mientras dormía, pensaba en ello. No me había dado cuenta de que mi nombre, mi cara, mi voz han viajado mucho más que yo. "En la era de las comunicaciones, éso no es mérito ninguno", podréis pensar algunos. Incluso a mi se me ha pasado ese pensamiento por la cabeza, pero pensando un poco más, volví a asegurarme. ¡Estoy en un maldito libro con su DVD de apoyo! Cuando el japonés estudiante de español se aburra, me podrá dibujar barba, un bigote, cuernos, borrar mi cara, un sombrero... Espera, no estoy muy seguro de estar orgulloso de ésto.
Luego, cuando el sueño estaba cerca, me di cuenta de que una parte de mi ha viajado MUCHO más que yo. No como unos y ceros a través de un cable telefónico, sino a través de papel, a través de un disco de policarbonato. En fin, que ayer mientras me dormía me flipé un poco con el asunto pero, como he dicho antes, ¡demonios, aparezco en un libro de texto!

domingo, 9 de marzo de 2008

Deber cumplido


Pues ya está. Tal vez mi voto no haga mucho pero al menos he cumplido mi deber como ciudadano. Ya soy un piñón más en la rueda de la democracia. Pensé que incluso me pondría nervioso o que habría más gente. Siempre imaginé que había alguien mirando a ver que papeleta era la que metías en el sobre para luego "tomar nota". Pero nada de eso. Llegar, buscar, meter en el sobre, DNI y fuera. Pues nada, una experiencia más en la vida. A ver si dentro de cuatro años estoy más decidido, con más idea sobre estas cosas y no me he arrepentido de mi decisión cuatro años atrás.

sábado, 12 de enero de 2008

Incultura


Gabriela Mistral, Rubén Darío, Ernest Hemingway, Charles Dickens, James Joyce, Geoffrey Chaucer, Mark Twain, Edgar Allan Poe, Pablo Neruda, Gabriel García Márquez, William Shakespeare, Isabel Allende, Gustavo Adolfo Becquer, Federico García Lorca, Lucía Etxebarría, Francisco de Quevedo, Amado Nervo, Manuel Acuña, Julio Cortázar, Jorge Luis Borges, Gioconda Belli, Manuel Machado, Luis de Góngora, Jorge Manrique, Camilo José Cela, Anna Frank, Tina Modotti... No conozco a la mayoría ni he leído nada de ellos. Me resulta familiar algún nombre por diversos motivos (personajes actuales, nombres de calles, son extremadamente famosos...) pero en este arrebato de ridícula sinceridad, he de confesar que no tengo el placer de conocer nada de lo que estas personas han hecho que enriquezcan a tantas otras en el mundo.

Puedo hacer una lista igual de larga/corta/acusadora/abrumadora sobre políticos, físicos, matemáticos, actores, directores, músicos, cantantes, filósofos, historiadores, reyes, monarcas, duques, pontífices, dibujantes, deportistas, inventores, revolucionarios, cocineros... Todos, claro está, dentro del selecto grupo de personajes importantes, célebres, de culto o como queráis denominarlos.

¿Y ahora que hago? El no conocer a estas personas, a sus obras, a sus frases célebres, el motivo por el que se les tiene tanta estima, ¿me hacen ser peor persona o ciudadano de poco provecho? ¿Soy por ello un ser vacío, uno más de tantos que lo ignoran? Si ahora me intereso en saber quienes son o que han hecho, ¿mi vida va ha mejorar? ¿Voy a cobrar más cada mes? ¿Podré dejar más sonrisas en las caras de los míos? ¿Tendré mejor salud? Quizá, en un momento dado, yo forme parte de esa lista. Quizá alguno de los integrantes de esta lista desconozca los demás o algún individuo.

Tan sólo soy un individuo que sigue adelante, intentando hacer que cada día tenga cierta armonía acorde con mis sentimientos y con lo que he ido construyendo. Una armonía que se equilibra entre la aleatoriedad y lo planificado. Un equilibrio frágil, difícil de ver, difícil de controlar, fácil de añorar, fácil de depender que me da fuerza. Una fuerza que da como resultado mi mundo interior, la base de mi existencia.

Todo esto, conseguido gracias a la experiencia y al apoyo/castigo de los míos. No estoy vacío por desconocer la tragedia de Hamlet, no valgo menos por no saber ni un solo poema de Neruda. Simplemente he tomado otro camino en el que la sal de la vida la saco de mi experiencia, no de los condimentos de los demás. ¿El desconocer todo esto no me ha dado ambición en la vida? Puede ser, pero la ambición que veo en los demás no me gusta. Les hace ser personas feas con finales más feos. Claro que habrá alguno que las haya conseguido (queriendo tener otras más inmediatamente) pero sólo conozco casos de sueños rotos, tristes sueños rotos.

Claro que... puedo estar equivocado y necesitar cierta influencia para rellenar huecos en ese mundo interior.

Moraleja: Respetar lo que es de los demás y no menospreciéis a los que veáis inferiores (en todos los aspectos)

Verborrea en un Sábado por la tarde. No apta para todos los públicos. Esta opinión/despropósito puede escandalizar a más de uno. Se recomienda no hacerle mucho caso, ni siquiera yo estoy muy contento con el resultado de tan "largo manuscrito". Sólo son pensamientos que me rondaron ayer por la noche mientras escuchaba una conversación de amigos.