miércoles, 19 de marzo de 2008

El viaje de mi otro yo


Me acabo de dar cuenta de que una parte de mi "ha visto" más mundo que yo. No sólo eso, "ha visto" la parte del mundo que más ganas tengo de ver. Aunque para ser más correctos/concretos, una pequeña parte del mundo me ha visto a mi.
Resulta que, hace un año, nuestro profesor de japonés nos propuso a unos pocos participar en la grabación de unos vídeos destinados a enseñar español a los japoneses. Sí, esos típicos vídeos horribles, con actores de risa y una forma de hablar anti-natural. Hace escasos días, a los componentes de ese acto nos ha llegado una ejemplar de la obra. Nunca imaginé que mi cara saldría en un libro de texto con el que ayudaría a varias personas estudiar un idioma. Creo que me siento orgulloso, ya que no conozco a muchas personas donde sus nombres aparezcan serigrafiados en un DVD. Además de la ilusión que me hacía haber trabajado en ésto y ver ahora el resultado.
Ayer, mientras dormía, pensaba en ello. No me había dado cuenta de que mi nombre, mi cara, mi voz han viajado mucho más que yo. "En la era de las comunicaciones, éso no es mérito ninguno", podréis pensar algunos. Incluso a mi se me ha pasado ese pensamiento por la cabeza, pero pensando un poco más, volví a asegurarme. ¡Estoy en un maldito libro con su DVD de apoyo! Cuando el japonés estudiante de español se aburra, me podrá dibujar barba, un bigote, cuernos, borrar mi cara, un sombrero... Espera, no estoy muy seguro de estar orgulloso de ésto.
Luego, cuando el sueño estaba cerca, me di cuenta de que una parte de mi ha viajado MUCHO más que yo. No como unos y ceros a través de un cable telefónico, sino a través de papel, a través de un disco de policarbonato. En fin, que ayer mientras me dormía me flipé un poco con el asunto pero, como he dicho antes, ¡demonios, aparezco en un libro de texto!

1 comentario:

  1. No es la primera vez, acuérdate de aquella revista, sí hombre, esa en la que salías tú, un burro y un tipo, no mejor no contar eso, ja, ja, ja, ja ja, ja.
    En serio, ahora lo que tienes que hacer es conseguir que tu otro yo alcance al yo que está por ahí viajando por toda la cara.

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